El número "cero"es el símbolo del infinito inmanifiesto, es el magma sin estallar que posee la potencia volcánica, el líquido amniótico, o como dicen la Biblia y también el Popol Vuh: "El Espíritu Creador nadaba sobre las aguas..."
El símbolo del cero "0" es el círculo que todo lo contiene y cuyo centro está en todas partes; en él están en potencia todos los números, porque es previo a la manifestación numérica.
Dios, el Creador, G.·. A.·. D.·. U.·. trabaja con los nýumeros, su obra está trazada por los números y através de ellos se manifiesta todo lo que Él hace.
La Biblia dice: "Hágase la Luz y la Luz se hizo...", este acto de creación de la luz, es un hecho numérico; en el cero, no hay todavía Luz porque el cero son los 360º, es decir que el círculo está cerrado y quieto.
El éter, del cual todo se manifiesta luego en materia, es el cero porque aún no es una identidad ni una entidad; el éter todo lo impregna y baña pero no lo manifiesta a escala física.
El cero es el gran número invisible, que recién cuando se pone en movimiento y se acciona, se expande en los demás números, por eso el cero es el infinito al que no podemos llegar al estar atados a la actividad en el plano físico cósmico.
La Mente Divina en calma, la Mente Divina durmiente es el cero, luego, cuando esa Mente Divina despierta, comienza a ordenar con los números el Caos primigenio. El Caos no se puede ordenar de otra manera que no sea a través de los números.
El Gran Meditador es el cero, es el Alfa que brilla en el interior de sí mismo, latente y expectante. Es el mundo de las ideas sin que ellas se hayan convertido en realidades. "En el principio era el Verbo..." nos dice la Biblia. Ese verbo no estaba conjugado, no tenía acción era un Verbo en infinitivo, era el grado cero del verbo.
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