jueves, 30 de julio de 2020

El libro sagrado


Por Tigre Klostenmayer

Los masones colocamos sobre el ara, el Libro Sagrado; ahora bien, este dependerá de dónde estemos viviendo, porque no es lo mismo sentir como sagrada a la Biblia en un país de mayorías cristianas que en un país donde las mayorías son de otras religiones y la Biblia puede contener grandes verdades pero no tendrá la idea de sacralidad. 

Es así que los masones judíos solo colocan sobre el ara, el Antiguo Testamento, los masones cristianos la Biblia completa (Antiguo y Nuevo Testamentos) o el Nuevo Testamento, los masones musulmanes, El Corán y así en cada país según sea la mayoría, estará el libro correspondiente. El Bhagavad-Gita, el Mahabarata, El Libro de Mormón y tantos otros forman parte de la espiritualidad masónica. 

En muchas logias del mundo no se utiliza ningún libro sagrado, sino que en su lugar, es decir en el ara, está la Constitución Nacional del país, simbolizando el dogma moral, ético y ciudadano que ella representa, uniendo a los masones como personas que están más allá de una idea espiritual determinada y que están más acá de un pensamiento que unifica a los habitantes de un determinado país.

En otras logias, junto al libro sagrado, está presente también la Constitución Nacional, representando esto que si bien los masones atendemos a la espiritualidad, también somos ciudadanos (por nacimiento, opción o de manera temporaria) de un país, respondemos a la ley y nos atenemos a ella.

En tanto, en otras Logias, no hay sobre el ara ni Libro Sagrado, ni Constitución Nacional, sino que hay un libro en blanco. El libro en blanco es un símbolo de que la última verdad, la verdadera realidad, todavía no ha sido escrita, todo está por revelarse. Solo cuando la humanidad, dé el gran paso hacia una espiritualidad inclusiva, desinteresada, atractivamente magnética, libre de dogmatismos y ataduras espirituales, entonces se comenzarán a trazar las primeras palabras de revelación de la "nueva espiritualidad mundial". 

Nota: aquí dejo una página con gran cantidad de textos sagrados:

Los Números - El Cero


Por Ana Lis Cappella

El número "cero"es el símbolo del infinito inmanifiesto, es el magma sin estallar que posee la potencia volcánica, el líquido amniótico, o como dicen la Biblia y también el Popol Vuh: "El Espíritu Creador nadaba sobre las aguas..."

El símbolo del cero "0" es el círculo que todo lo contiene y cuyo centro está en todas partes; en él están en potencia todos los números, porque es previo a la manifestación numérica. 

Dios, el Creador, G.·. A.·. D.·. U.·. trabaja con los nýumeros, su obra está trazada por los números y através de ellos se manifiesta todo lo que Él hace.

La Biblia dice: "Hágase la Luz y la Luz se hizo...", este acto de creación de la luz, es un hecho numérico; en el cero, no hay todavía Luz porque el cero son los 360º, es decir que el círculo está cerrado y quieto. 

El éter, del cual todo se manifiesta luego en materia, es el cero porque aún no es una identidad ni una entidad; el éter todo lo impregna y baña pero no lo manifiesta a escala física. 

El cero es el gran número invisible, que recién cuando se pone en movimiento y se acciona, se expande en los demás números, por eso el cero es el infinito al que no podemos llegar al estar atados a la actividad en el plano físico cósmico. 

La Mente Divina en calma, la Mente Divina durmiente es el cero, luego, cuando esa Mente Divina despierta, comienza a ordenar con los números el Caos primigenio. El Caos no se puede ordenar de otra manera que no sea a través de los números. 

El Gran Meditador es el cero, es el Alfa que brilla en el interior de sí mismo, latente y expectante. Es el mundo de las ideas sin que ellas se hayan convertido en realidades. "En el principio era el Verbo..." nos dice la Biblia. Ese verbo no estaba conjugado, no tenía acción era un Verbo en infinitivo, era el grado cero del verbo.