domingo, 22 de abril de 2018

Reflexión sobre las religiones



Por: Tigre Klostenmayer

En todas las religiones del mundo existen grandes verdades custodiadas bajo alegorías, símbolos y narraciones fantásticas. 

Muchas religiones poseen a la par actividades filantrópicas y esto colabora a descentrarse de las propias problemáticas y aprender a ver en los grupos sociales necesitados un campo de servicio. 

Toda religión trabaja en relación directa al estadio evolutivo en el que se encuentran sus fieles; cuando los influjos causales se perciben, la sabiduría eterna que subyace en cada doctrina se comienza a hacer evidente y provoca una expansión de la conciencia; la búsqueda por satisfacer las nuevas necesidades espirituales se abren camino entre los postulados teológicos, y así el fiel que antes trabajó desde la devoción, ahora lo hace desde la Razón. Sabe, conoce, ve, siente y presiente y también calla y en el profundo recogimiento del alma, sirve a la humanidad y a su grupo. 

jueves, 12 de abril de 2018

El Colgado



Una de las cartas más complejas del Tarot es “El Colgado”.

Es una carta que nos lleva a la reflexión sobre la auto-observación, donde emerge el campo de las dualidades, que en primera instancia se manifiestan como antagónicas, luego, como síntesis primaria en el plano causal. 

Es la carta de la “divina paradoja”, donde lo que parece ser una contradicción en un accionar, guarda y vela un secreto que es inescrutable a los ojos profanos.

“El Colgado”, tiene un trabajo previo en la carta anterior: “La Fuerza” y uno posterior en “La Muerte”.

“La Fuerza” en el esquema de la carta, abre las fauces de una bestia, esto significa que debemos ahondar en lo que está latente cual volcán a punto de explotar en nuestro interior. Abrir las fauces de la bestia es desahogarse, hacer catarsis, abrir las compuertas del dique. Y este no es un trabajo de “Ermitaño”, sino un trabajo donde el otro colabora para que subjetivamente pueda emerger el verdadero Yo. A posteriori, “El Colgado”, ya aplomado, puede observar lo sucedido. ¿Pero cómo lo debe observar? Invertido, no desde el mundo de las formas, sino desde el mundo sensible, tarea sumamente compleja, que implica sufrimiento. ¿Por qué digo “aplomado”? Pues El Colgado, nada puede hacer más que meditar sobre lo acontecido, está acongojadamente paralizado; ya ha llorado, gritado y pataleado cuando emergió toda su Fuerza abriéndose, desnudándose. Su estado, ahora, le impide actuar con el triple yo inferior y esto provoca gran dolor para el estado al que siempre estuvo acostumbrado; debe buscar el Alma, para eso, debe aprender a pensar por sí mismo, sin interferencias que le digan qué hacer o a dónde ir. Así, sobrevendrá más tarde “La Muerte”; la Muerte iniciática, donde hay que obedecer al mandato interno de V.I.T.R.I.O.L.V.M: “Visita Interiore Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem Universalem Medicinam”.

Nele Fox Talbot



miércoles, 11 de abril de 2018

El buscador de la Luz



Todo buscador de la Luz se arriesga a sí mismo y sabe: que toda lámpara emite su Luz desde el centro hacia las periferias: la portará en su mano derecha, no para iluminarse a sí mismo sino para iluminar a los rezagados, cansados peregrinos que van tras de sí; que su bastón en su mano izquierda no es para sostenerse a sí mismo sino que sirve de punto de apoyo para que pueda cargar sobre sus hombros el peso de quienes aún no han aprendido a subir, que su espada cabe el muslo no está para defenderse a sí mismo, sino para apartar las tinieblas que intentan embriagar a los demás, que guardará siempre en su mochila sal, pan, vinagre y vino: son las recompensas que ha obtenido por su duro trabajo y que deberá repartir equitativa y sabiamente entre quienes todavía no han comido ni bebido de la sabiduría, que se cubrirá con una manta cuando comience a escalar las más altas cumbres y que deberá abandonarla a mitad del más arduo ascenso, que es custodio de una sola moneda de oro guardada en el bolsillo izquierdo de su camisa y deberá presentarla al final del camino, que al golpear la puertas del Templo, no le serán abiertas de par en par y de inmediato, deberá esperar una esquela con la Palabra Perdida, cuando aprenda a pronunciarla en la justa nota y en el perfecto sonido, solas, se abrirán las puertas y será bienvenido. Así es la vida de quien ha abierto los ojos a la Luz de la espiritualidad y los ha cerrado al mundo profano, sin quedarse dormido.

Violeta Paula  y Ana Lis Cappella