La arquitectura medieval fue revolucionaria en la aplicación práctica de ideas matemáticas llevadas al dinamismo de la piedra.
Nace en la Cathédrale de l'Assomption de Notre-Dame,
mejor conocida simplemente como Catedral de Chartres, el concepto y el uso del
arbotante.
El contrafuerte, ya era conocido desde otros tiempos,
pero la innovación que trajo el arquitecto le dio un nuevo esplendor y una
simbología única en su estilo gótico y en la manera de reflexionar sobre el ser
humano.
El arbotante es una estructura externa en forma de medio
arco que cumple la función de llevar el peso de la bóveda hacia los
contrafuertes. Por su parte, el contrafuerte es un pilar externo, adosado al
muro de la construcción de modo tal de reforzar aquellos puntos en el que se
asienta el mayor empuje.
Visto descriptivamente, el arbotante y el contrafuerte,
nos hablan de qué sucede en la Catedral de Chartres con las fuerzas que ejercen
los muros, las bóvedas, la construcción en sí.
Visto simbólicamente, el contrafuerte son los fieles que
sostienen al clero, quien a su vez sostiene la estructura eclesiástica, y en
este punto, mantiene las partes más altas de la construcción, las bóvedas, la
morada de Dios.
Pero hay otra mirada más y es la de la simbología propia
de los constructores: para la construcción de un templo cualquiera, la fachada
debe impactar y aleccionar al peregrino desde las formas que van tomando las
sucesivas capas superpuestas de rocas, ladrillos o el material que se utilice.
El peregrino, antes de llegar a internarse dentro de la
estructura, recibe la impronta de la grandeza externa de la catedral, esto lo
hace sentirse pequeño, le inculca la idea de que el cosmos, el reino de Dios o
el Universo es vasto, inalcanzable desde la escala humana porque el hombre es
externo a estos mundos, ya que no ha podido abrevar de la sabiduría que se
encuentra al interior.
Cuanto más se acerca a la Catedral, comienza a ver los
detalles, y aquí aparecen los contrafuertes como el primer paso a comprender:
no sólo es el pueblo, también es el aprendiz, visto bajo el lema “en él la
fuerza”, pues quien ingresa a una institución iniciática, sabe que sin
aprendiz, no hay maestro, por lo que se convierte en depositario de una enorme
estructura a escrutar.
El arbotante es el correlato del grado de compañero, el
puente entre el aprendiz y el maestro; de esto, da cuenta la palabra
correspondiente al grado, cuyo significado es “Estabilidad”: el punto de
tensión y descarga entre contrarresto del abovedamiento interior (maestros) y
los contrafuertes (aprendices).
La propia palabra “arbotante”, proviene del francé:
arc-boutant, es decir, “arco que transmite”.
¿Qué debe transmitir el compañero al aprendiz, al maestro
y a sí mismo? Justamente “estabilidad”; la estabilidad de estar en el punto
medio de los grados simbólicos y además la “esperanza” de poder alcanzar el
grado de maestro. “Esperanza” es otro término constitutivo del grado de
compañero.
Dejando de lado la tradición masónica, vamos a ver desde
el conocimiento esotérico general, qué simbolizan el contrafuerte y el
arbotante:
El contrafuerte es la consumación de la personalidad, el
hombre de pie sosteniendo el peso figurado de la divinidad a la que solo puede
alcanzar si construye el arbotante llamado esotéricamente “Antakarana”, esto
es, el puente interno que se erige de “abajo hacia arriba”, del “exterior al
interior”, para poder descubrir las realidades subjetivas de la bóveda o la
mónada.
El antakarana / arbotante es quien atiende a las problemáticas
del manejo de las energías que relacionan al ser humano con las energías
entrantes para su transformación (la bóveda, la mónada, el grado de maestro
masón) y las energías salientes que lo vinculan con el entorno (el aprendiz, el
pueblo, la personalidad integrada).
La magnífica Catedral de Chartres, nos seguirá enseñando
realidades subjetivas y trascendentes, en la medida que prestemos atención a su
estructura edilicia, un verdadero libro abierto a la sabiduría, sólo escrito
para quien tenga la osadía de buscar denodadamente para poder hallar la luz tan
anhelada.
Esperando haber contribuido a continuar develado
misterios iniciáticos, les saludo fraternalmente,
Oma Frida
Bibliografía consultada:
- Historia Social de la Literatura y el Arte, de Arnold
Hauser, Ed. Debate
- Manual del Aprendiz, de Aldo Lavagnini, Ed. Kier
- Manual del Compañero, de Aldo Lavagnini, Ed. Kier
- Reflexionen sobre esto, de Alice A. Bailey, Ed. Kier
- El Discipulado en la N. E., T. 1, de Alice A. Bailey, Ed.
Kier
- Gran Logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones de
la República del Perú,
- Ritual del Grado de Compañero Masón, Rito de York
- Ritual de la Masonería Simbólica
de San Juan, Ven.·. Gr.·. L.·. Prov.·. de Escocia en Lima, Jurisdicción de Perú
y Chile, 1881, e.·. v.·.
El Estado Libre, Soberano e Independiente
de Leonlandia del Sur te propone leer este artículo sin imprimirlo, ahorraremos
árboles y energía. Gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario